por Isabela Kalil
El contexto
En el día 29 de octubre un reportaje del Jornal Nacional (principal noticiero brasileño producido por la cadena TV Globo) informa que las investigaciones sobre el asesinato de la concejala Marielle Franco del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) encontraron nuevas informaciones relacionadas a los asesinos que mencionan directamente a Jair Bolsonaro, el actual presidente de Brasil. En marzo del 2018 Marielle Franco fue ejecutada en su auto a camino de su casa y el conductor, Anderson Gomes, también falleció en la emboscada.
Hasta el momento el Ministerio Público de Rio de Janeiro considera a Ronnie Lessa y Élcio Queiroz, dos expolicías militares, como sospechosos de los disparos contra la concejala. Uno de ellos, Lessa, vive en una casa al lado a la de Bolsonaro y su familia en un condominio residencial de Rio de Janeiro. Aún no han sido identificados los que idealizaron el crimen ni los mandantes.
Según el informativo, lo que hay de nuevo, es la declaración del portero del condominio que afirma que Élcio Queiroz estuvo en el condominio horas antes del crimen diciendo que iba a la casa donde vive el presidente y que el propio Bolsonaro permitió su entrada. Al día siguiente de la divulgación de la información el Ministerio Público de Rio de Janeiro contradice al portero poniendo en jaque su declaración.
El presidente, que estaba en una gira por Asia y el Oriente Medio, reacciona inmediatamente utilizando la herramienta que a él más le gusta: las lives de Facebook. Bolsonaro enfrenta, en los países latinoamericanos, un escenario político regional complicado, especialmente en Chile donde hay una ola de protestas contra sus gobernantes y revueltas populares. En el plan doméstico la aprobación a su gobierno ha disminuido rápidamente. Los desastres ambientales, sea las quemadas en la Amazonia o la negligencia y lentitud en la toma de decisión para contener el petróleo que contamina el litoral brasileño, se volvieron temas de los principales diarios internacionales.
Las estrategias de comunicación
Comparto aquí algunos apuntes desde la repercusión pública de la noticia de la TV Globo el 29 de octubre. Estos datos forman parte de una investigación en la cual vengo trabajando sobre los procesos de involucramiento y desinvolucramiento de los electores de Jair Bolsonaro. La investigación enfoca principalmente las estrategias de comunicación empleadas por el presidente y sus apoyadores.
Sobre la repercusión pública más inmediata, o sea, las horas siguientes a la publicación de la noticia observamos que en el Twitter ha ganado destaque la hashtag #BolsonaroAssassino en respuesta a los mensajes de apoyo que tienen la etiqueta #BolsonaroEstamosContigo. Al día siguiente el propio Ministerio Público de Rio de Janeiro afirmó que el testigo mintió sobre el presidente al vincular su nombre a la visita del sospechoso del asesinato de la concejala. Pero eso ocurrió después del propio presidente solicitar la intervención directa del Ministro de la Justicia, Sergio Moro, sobre los rumbos de las investigaciones.
A partir de las reacciones de la base de apoyo del presidente es posible identificar la movilización de tres narrativas principales que se articulan. Al observar las estrategias de comunicación de Bolsonaro y sus apoyadores se nota un estándar en los usos y combinaciones de esas narrativas.
Por ello propongo la analogía con el juego barajas para ayudar a pensar sobre esas narrativas como “cartas” de un repertorio limitado de posibilidades. Defiendo así que no hay un número ilimitado de “cartas” sino que Bolsonaro y sus apoyadores más cercanos operan estándares de repetición de las mismas narrativas que van poniendo en juego en el debate público en dependencia del contexto como explico a continuación.
Mi propuesta es que pensemos en las cartas como narrativas que son “lanzadas” y luego, o por veces, “quitadas” del debate público. En gran parte eso ocurre cuando Bolsonaro afirma algo y después se desdice a sí mismo públicamente. Variaciones de ese mismo estándar ocurren en situaciones en las cuales el presidente se arrepiente, se disculpa o vuelve atrás con respecto a alguna de sus acciones o posiciones. Lo mismo ocurre con el equipo de gobierno cuando alguien afirma algo y es desmentido por el presidente expresando todo lo contrario.
Un tercero estándar ocurre cuando, por ejemplo, uno de sus hijos habla en nombre del presidente al usar el perfil personal de Bolsonaro en las redes sociales. Aquí es menos relevante preguntarnos quién de hecho está utilizando el perfil personal del presidente en Twitter, que saber que cualquier acción realizada en dicha red social puede ser “deshecha” al afirmarse que no ha sido responsabilidad o deseo del presidente. Además, esa estrategia toma en consideración, gran parte de las veces, las posibles reacciones de sus apoyadores y críticos.
Específicamente sobre el episodio del noticiero de la TV Globo sobre la investigación del asesinato de Marielle Franco y Anderson Gomes, el análisis de una muestra de los twittees compartidos con la hashtag #BolsonaroEstamosContigo los días 29 y 30 de octubre de 2019 revela la presencia de tres principales narrativas: 1) referencias a la persecución sufrida por Bolsonaro impuesta por parte de sus adversarios políticos, especialmente la TV Globo, 2) referencias a la cuchillada sufrida durante la campaña presidencial, 3) referencias al asesinato del alcalde de Santo André, Celso Daniel, vinculado al Partido de los Trabajadores (PT). Cada una de estas “cartas” se relaciona con el refuerzo de determinados estándares y respuestas específicas de la opinión pública.
- La carta del león acosado por hienas – el estándar de la inmovilidad
Esa es la estrategia de comunicación más utilizada y una de las más antiguas del gobierno Bolsonaro. Desde comienzos del proceso de pérdida de apoyo de sus electores (más visible desde abril) Bolsonaro sostiene la narrativa de que viene siendo víctima de fuerzas que le impiden de gobernar. Para mencionar algunos ejemplos: en julio al tratar de la limitación de gastos en la educación, Bolsonaro habló por primera vez sobre el riesgo de impeachment. Durante la reforma de la previdencia puso la culpa en la “vieja política” y hasta en los parlamentarios por la demora en la votación. En una crisis deflagrada por él mismo, el presidente declaró guerra contra su propio partido político el PSL.
El episodio más emblemático de ese estándar ha sido la divulgación en su cuenta personal de Twitter de un vídeo en el cual el presidente es representado como un león. En la escena el león surge acosado por hienas que representan aquellos que serían sus adversarios políticos. El mensaje es que Bolsonaro estaría bajo una conspiración que incluye su propio partido político, movimientos sociales, otros partidos, cadenas de medios de información independientes y la prensa, la Orden de Abogados de Brasil (OAB) y hasta la Suprema Corte.
Aún sobre ese vídeo el propio Bolsonaro afirmó haber sido alertado por el gobernador de Rio de Janeiro sobre los rumbos de la investigación del caso Marielle. Por lo tanto, Bolsonaro sabía sobre la posibilidad de divulgación de las nuevas informaciones por la prensa cuando el vídeo fue vehiculado. El vídeo fue quitado de su cuenta personal pocas horas después cuando empezó a repercutir y Bolsonaro si disculpó públicamente. Pero el mensaje ha sido ampliamente difundido en las redes sociales además de la TV Globo haberlo hecho a escala nacional en el mismo noticiero en el cual trató de las investigaciones de la muerte de Marielle. En ese caso la carta fue “quitada” después de haber desempeñado su efecto tanto para apoyadores como para los “enemigos” políticos mencionados en el vídeo.
Ese estándar refuerza la idea de cierta inmovilidad de Bolsonaro frente a los desafíos, adversidades y adversarios políticos, el mismo que fue ampliamente utilizado durante la campaña. Basta recordar que Bolsonaro estuvo hospitalizado y por lo tanto inmovilizado gran parte de su campaña. Esta inmovilidad justificó incluso la ausencia en los debates previos a las elecciones en la televisión. Una vez elegido ese estándar de inmovilidad justifica el no cumplimiento de promesas de campaña o la insatisfacción de parte de sus electores.
Además la historia que cuenta el vídeo pone sus apoyadores en el centro de la escena representados por un león joven nombrado “conservador patriota” que viene salvar el león mayor (Bolsonaro) de las hienas. Hay una doble finalidad con ese vídeo: convocar a las fuerzas de su base electoral para apoyarlo mientras indica cuales enemigos deben ser atacados. Una forma segura de señalar los adversarios para los ataques virtuales y pautar posibles protestas y movilizaciones de la derecha.
- La carta del hombre nuevo – el estándar del renacimiento
Otra narrativa que volvió a ganar destaque es la que recuerda la cuchillada por la cual Adélio Bispo responde por el ataque a Bolsonaro. En ese caso, Bolsonaro no sería solamente víctima de una conspiración política sino que también su propia vida estaría en riesgo. La forma como la cuchillada fue tratada en la campaña electoral ha sido factor decisivo para lograr el voto femenino y de otros electores más resistentes, de acuerdo con lo que he señalado en otros trabajos, pues genera un efecto “de humanizar” la figura de Bolsonaro entre los electores que no estaban convencidos con la imagen más viril y así tuvieron éxito al explorar una condición de fragilidad del candidato.
Además ese episodio fue explorado como un punto de cambio en la conducta de Bolsonaro durante la campaña. Haber sobrevivido al atentado fue como una especie de renacimiento y justificativa para que el candidato asumiese un tono más ameno en la parte final de su campaña. Pasado un ano del evento Bolsonaro celebró la fecha como un segundo cumpleaños pues ha nacido de nuevo o ha sido transformado en un nuevo hombre. No por coincidencia esa narrativa es siempre mencionada por la Ministra Damaris que actúa en interlocución directa con los grupos de mujeres bolsonaristas. Esa narrativa también está cargada de sentido religioso pues Bolsonaro ha sobrevivido por un milagro que él atribuye a Dios.
- ¿Pero y el PT? – el estándar del espejo
El caso del asesinato del alcalde de Santo André, Celso Daniel (PT), ya había emergido algunos días antes con la publicación del reportaje de la capa del último número de la revista Veja. De acuerdo con la noticia Marcos Valério había mencionado en su testimonio al expresidente Lula como uno de los mandantes del asesinato de Celso Daniel. Mientras tanto en una entrevista a otras cadenas de comunicación el delegado responsable por las investigaciones desdice esa versión y por lo tanto la noticia de la revista Veja.
El hecho es que la sospecha de que Lula pudiera ser el mandante de ese crimen ha sido ampliamente movilizada por los apoyadores de Bolsonaro. Y esa fue una de las primeras respuestas que surgieron cuando hubo la mención del nombre de Bolsonaro en el caso Marielle. Ese estándar se repite en diversas situaciones en las cuales Bolsonaro está bajo sospecha o sea se reacciona acusando Lula de haber hecho algo similar. Así la imagen tanto del Partido de los Trabajadores como el propio Lula funcionan como una especie de espejo para rebatir acusaciones recibidas por Bolsonaro.
De vuelta al caso Marielle y Anderson
Considerando que al día siguiente de la divulgación de la noticia por la TV Globo el Ministerio Público de Rio de Janeiro afirmó que el testigo estaría mintiendo, el presidente ve su tesis, de persecución injusta, ganar respaldo. Con eso Bolsonaro finalmente logra colocar bajo sospecha cualquier acusación contra sí mismo que venga de la prensa. Para la base que se mantiene fiel a Bolsonaro tales sospechas y acusaciones de su involucramiento en la muerte de Marielle pueden funcionar como una especie de “segunda cuchillada” y así seguir manteniendo la base de apoyo unida para enfrentar la situación que pone a Bolsonaro como víctima de fuerzas que logran o intentan inmovilizarlo.
Sin embargo, la más mínima sospecha de involucramiento en la ejecución de Marielle es tremendamente grave y ni hablar de la intervención directa del Ministro de la Justicia, Sergio Moro, si por acaso el presidente se vuelve un potencial investigado. O aún de las graves acusaciones de que el gobernador de Rio de Janeiro, Wilson Witzel, estaría interfiriendo en el caso y manejando las investigaciones para perjudicar a Bolsonaro, su potencial rival político en futuras elecciones presidenciales.
El hecho es que en un escenario de crecientes pérdidas de apoyo y disputas con sus ex apoyadores no hay más certeza sobre el alcance de la base política de Bolsonaro. Acciones desesperadas como la live (un poco de orquestación mezclada con real desespero) en el Facebook de su vídeo en la madrugada durante el viaje al exterior es también una forma de medir su actual alcance político.
Cuando Bolsonaro afirma que está reduciendo “el espacio democrático de la izquierda” él tira sus cartas para ver hasta dónde logra avanzar en la disminución acelerada del espacio democrático una vez que no hay espacios separados de derecha e izquierda. Por último, delante de todas las cuestiones políticas en juego, no podemos perder de vista el absurdo que ha sido el asesinato de Marielle y Anderson y la necesaria búsqueda por justicia.
El SPW agradece a Magaly Pazello por la traducción y a Juan Carlos Raxach por la revisión de este artículo.
Este artículo fue originalmente publicado el jueves 31 de octubre, desde entonces más desdobramientos se revelaron en el caso. Lea más sobre el caso en El País.
Imagen: Sofia Santana