Los feminismos antigénero, también nombrados transexcluyentes o esencialistas, son una corriente de los feminismos contemporáneos que se remonta a los años 1970. En años más recientes, han llegado desde Inglaterra, Estados Unidos y España con nuevas posturas y mayor visibilidad e impacto político. En julio de 2022, nuestro Foro Regional de Debates sobre Temas Pendientes y Emergentes hizo una primera conversación sobre el tema y sus efectos en las políticas de género, sexualidad y derechos humanos, cuyos resultados pueden ser encontrados acá.
Aquellas corrientes, en sus versiones más visibles, niegan la existencia misma de identidades diversas, por lo cual es muy difícil aventurarse a impulsar debates constructivos en las redes sociales, en particular en lo que concierne a las personas trans y sus derechos. Adicionalmente, el diseño estructural de las redes sociales, donde debatimos y desplegamos estrategias de comunicación, dificulta el encuentro de convergencias y exacerba cualquier desacuerdo de manera desproporcionada. En esos intercambios prevalece una atmósfera de bipolaridad (falsa) en la que las personas se sienten obligadas a tomar posición, lo cual resulta en decisiones individuales de aislamiento que fomentan la autocensura en vez de generar espacios en los que la gente pueda hacer preguntas de buena fe y tener suficiente información antes de adoptar una posición.