Gloria Careaga
Fundación Arcoíris por el respeto a la diversidad sexual
Luego de un intenso año de trabajo, la Constitución de la Ciudad de México finalmente fue aprobada. Fue un largo proceso en el que desde distintas miradas se abrieron oportunidades para la elaboración de propuestas y el seguimiento puntual del desarrollo de este complejo proceso. Desde la instalación del Grupo Redactor en febrero de 2016, se avizoró la posibilidad de avance en la protección de los derechos humanos de la población; de sus 28 integrantes podemos decir que la gran mayoría eran persona preparadas y con una clara trayectoria en la lucha democrática. Además, varias de ellas se dieron la tarea de mantener un cercano vínculo con sus grupos o movimientos de procedencia para recabar información, realizar consultas, y elaborar conjuntamente propuestas para su inclusión.
Así el primer borrador presentado en el mes de septiembre fue la pauta para la redacción final de la Carta Magna y dio sustento a los trabajos de las Asamblea Constituyente.
Esta Asamblea estuvo constituida por 100 integrantes. Si bien se apostaba a una amplia participación ciudadana, los partidos políticos definieron claramente la mayoría de éstos. Si bien este proceso se opacó ente la cuestionada desgnación de algunos de sus integrantes, se logró incluir a destacadas fifguras ciudadanas defensoras de derechos humanos y feministas. Además es menester reconocer el arduo trabajo de los movimientos sociales a lorga de décadas que han logrado sensibilizar a importantes figuras políticas.
En materia de sectores, consideramos que el reconocimiento de grupos prioritarios de atención es un reflejo del ánimo de reconocer la diversidad social, cultural y sexual de nuestra Ciudad. Así las y los indígenas, las y los afrodescendientes, jóvenes, personas con discapacidad y personas LGBT lograron plasmar sus demandas y ser puntualmente reconocidas.
En materia de sexualidad, en la Carta Magna se prohíbe “toda forma de discriminación, formal o de facto, que atente contra la dignidad humana o tenga por objeto o resultado la negación, exclusión, distinción, menoscabo, impedimento o restricción de los derechos de las personas, grupos y comunidades”, y menciona al “género, orientación sexual, identidad de género, expresión de género, características sexuales”, como factores a considerar en esta prohibición; reconoce los derechos sexuales de la población toda al señalar que “toda persona tiene derecho a la sexualidad; a decidir sobre la misma y con quién compartirla; a ejercerla de forma libre, responsable e informada, sin discriminación, con respeto a la la orientación sexual, la identidad de género, la expresión de género y las características sexuales, sin coerción o violencia; así como a la educación en sexualidad y servicios de salud integrales, con información completa, científica, no estereotipada, diversa y laica. Se respetará la autonomía progresiva de niñas, niños y adolescentes”.
Como grupo prioritario, a las personas LGBT,
- Esta Constitución reconoce y protege los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travesti, transexuales e intersexuales, para tener una vida libre de violencia y discriminación.
- Se reconoce en igualdad de derechos a las familias formadas por parejas de personas LGBTI, con o sin hijas e hijos, que estén bajo la figura de matrimonio civil, concubinato o alguna otra unión civil.
Y un factor muy importante es el compromiso en el que se señala que,
- Las autoridades establecerán políticas públicas y adoptarán las medidas necesarias para la atención y erradicación de conductas y actitudes de exclusión o discriminación por orientación sexual, preferencia sexual, identidad de género, expresión de género o características sexuales.
Sin embargo, su aprobación no fue resultado de un terso camino, la sexualidad en nuestro país es un aspecto de la vida de las personas poco abordado y menos estudiado. Además, el proceso de construcción del texto de laa Constitución estuvo matizado por las protestas de los grupos conservadores que se oponen a la aprobación de la propuesta presidencial del matrimonio igualitario para todo el país. Y efectivamente, algunos representantes del Frente Nacional por la familia se hicieron presentes ante la Asamblea Constitucional paraa oponerse a cualquier avance en el camp de la sexualidad.
Como sabemos, la argumentación de estos grupos, si bien utilizan el matrimonio igualitario como pretexto, buscan desde lo que han denominado Ideología de Género, no solo obstaculizar el avance de los derechos de las mujeres, de la población LGBT y oponerse a cualquier indicio de educación sexual, sino también pretenden desacreditasr marcos teóricos que han servido para comprender mejor la opresión y discriminación que estos sectores enfrentan.
Es importante hacer notar, que con la presencia del Partido Encuentro Social, de corte evangélico, pareciera que las fuerzas conservadores adquirieron relavancia en discusiones que estaban superadas. Aún así, y pesar de cruentos debates y hasta rídiculos argumentos de los partidos conservadores la Constitución mantiene y refrenda los logros que habíamos alcanzado y avanza en aspectos fundamentales para quienes habitamos y transitamos este territorio.
Así, la Constitución de la Ciudad de México reconoce explícitamente la libertad, la autonomía y autodeterminación personal, los derechos sexuales, los derechos reproductivos el matrimonio igualitario, los derechos de las familias diversas, derechos de los pueblos y barrios originarios, el derecho a la muerte digna, a la protesta social y la asociación libre, el uso terapéutico de la mariguana.
Igualmente, se reconocen el desarrollo sosternible, el derecho a defender derechos humanos, el cuidado, las aguas sin su privatización y muchos otros derechos económicos, sociales, culturales y políticos.
La tarea hoy es la participación en la elaboración de las leyes secundarias y en la adecuaciñón de políticas públicas que atiendan nuestras demandan y reflejen los derechos alcanzados en la vida cotidiana de todas las personas.
Esta Carga Magna nos ofrece un conjunto de oportunidades y retos, al cifrar su cumplimiento en distintos mecanismos de participación ciudadana que nos exige una amplia movilidad, pero sobre todo un ejercicio de organización que habremos de impulsar de manera coordinada con otras organizaciones, y en alianza con otros movimientos.
Conclusiones.
La Ciudad de México cuenta con una Carta Magna propia. La Constitución Política aprobada es el reflejo de una sociedad diversa y plural que logra traducir demandas históricas en principios, derechos y libertades. Una Constitución que avanza en la inclusión y el reconocimiento de la diferencia como valores intrínsecos de la igualdad y la convivencia democrática.
Sin duda avances significativos hacia el ejercicio pleno de los derechos, la dignidad, y la libertad para el fortalecimiento de la democracia y un Estado laico en la Ciudad de México.
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