por Santiago Puyol
Las elecciones celebradas en Uruguay el domingo 27 de octubre representaron las mayores novedades para el sistema político uruguayo a quince años de la victoria de la coalición de izquierda, Frente Amplio, en las elecciones de 2004. Por primera vez desde su victoria, el partido de gobierno perdió la mayoría parlamentaria, registrando su votación más baja en las últimas dos décadas, alcanzando un 39,2% de los votos totales. A pesar de ello, se mantiene como la principal fuerza, seguida por el Partido Nacional, que se ubica en un segundo lugar con más de diez puntos de diferencia (28,5%). En tercer lugar quedó el Partido Colorado (12,3%), otra de las fuerzas políticas históricas en Uruguay, y en cuarto lugar el partido debutante Cabildo Abierto (10,9%).
Daniel Martínez (Frente Amplio) y Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) deberán disputarse la presidencia en una segunda instancia de votación, el domingo 24 de noviembre, ya que ninguno alcanzó el 50% + 1 de los votos que requiere la Constitución uruguaya para la victoria en primera vuelta.
Las principales novedades del escenario pos-electoral en Uruguay son la fragmentación del sistema de partidos (por primera vez desde el regreso a la democracia 7 partidos alcanzan representación parlamentaria) y el aumento de la volatilidad, acompañando a un aparente proceso de “derechización” del electorado que parece llegar “tarde” al país tras haber dado ciertas “sacudidas” en el resto de la región.
La aparición de Cabildo Abierto, de base militar, con vínculos directos e indirectos a la pasada dictadura cívico-militar y con algunas agrupaciones neonazis, cambia la correlación de fuerzas y rompe el formato multipartidista moderado con tres grandes partidos que preponderaba desde la restauración democrática en 1985.
Formalmente, este partido tiene seis meses de existencia, aunque sus bases constitutivas (el grupo Movimiento Social Artiguista[1]) llevan al menos un par de años operando desde la sociedad civil organizada. Su líder, Guido Manini Ríos era el Comandante en Jefe del Ejército Nacional hasta que fue destituido por el actual presidente Tabaré Vázquez meses atrás, tras repetidas sanciones, en medio de un escándalo vinculado a crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura[2]. Manini Ríos proviene de una familia de larga historia en la política uruguaya.
Las fuerzas antigénero, que incluyeron a dos partidos abiertamente contrarios a la “ideología de género” (Cabildo Abierto y el Partido Verde Animalista) y a algunas figuras dentro del Partido Nacional (el sector del empresario Juan Sartori, al que se integraron las fuerzas evangelicalistas, y el sector de Carlos Iafigliola, el principal impulsor del intento de referéndum para derogar la ley integral para personas trans[3] aprobada el año pasado), alcanzaron un total del 16% de la votación. Conviene realizar dos anotaciones al respecto:
- Esto se tradujo, en realidad, en una presencia de 13% de bancas en el Senado (4 en 30; 3 de Cabildo Abierto y 1 del Partido Nacional) y en la Cámara de Diputados (13 de 99; 11 de Cabildo Abierto y 2 del Partido Nacional).
- Si bien los sectores mencionados con anterioridad son los que se han pronunciado específicamente contra la agenda de derechos sexuales y reproductivos, el líder del Partido Nacional manifestó que un eventual gobierno suyo tendría una “agenda próvida”. El Partido Nacional en su totalidad obtuvo 10 bancas en el Senado y 30 en la Cámara de Diputados, lo que podría traducirse en mayores apoyos para estos grupos.
También resulta fundamental destacar que Cabildo Abierto, aunque tuvo una votación considerable en todos los departamentos del país (su mínima expresión es de 7,3% en el departamento de Colonia), presenta en realidad un fuerte arraigo en la zona centro-norte del país, particularmente en los departamentos fronterizos con Brasil donde llegó a instalarse como tercera e incluso segunda fuerza más votada, oscilando entre el 17% y 24% de los votos emitidos. El efecto “Bolsonaro” en la política uruguaya debe estudiarse sin lugar a dudas.
El debilitamiento del Frente Amplio que cayó de 47,8% a 39,2% entre las elecciones de 2014 y las de este año, sumado a la aparición de Cabildo Abierto y otros partidos minoritarios de derecha (particularmente el Partido de la Gente, de derecha populista, que consiguió un diputado) puede leerse en una primera instancia como consecuencia de una “derechización” del electorado uruguayo.
Esta afirmación debe matizarse sin embargo, ya que hay dos factores a tener en consideración:
- El Partido Colorado experimentó un proceso de transformación de liderazgos, en que Ernesto Talvi (el candidato a presidente en estas elecciones) acercó al partido al centro, con una impronta liberal, frente a Pedro Bordaberry (candidato en las elecciones pasadas) con un perfil más de derecha conservadora quien quedó aislado en esta instancia.
- Las expresiones de izquierda dentro de los partidos más pequeños (Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), Unidad Popular, Partido de los Trabajadores) solamente alcanzaron el 2,3% de los votos, y solamente el PERI obtuvo representación parlamentaria (1 diputado).
Es posible que parte del electorado frenteamplista haya votado al Partido Colorado, en especial cuando Talvi hizo su campaña apelando a la tradición batllista del Partido[4], una de las corrientes políticas que nutrió al Frente Amplio desde su creación. Si bien en los hechos el sector del candidato tiene una impronta fuertemente neoliberal, discursivamente pudo haber alcanzado a parte del electorado de centro e incluso centroizquierda que por desgaste haya decidido no votar al Frente Amplio en esta instancia.
Santiago Puyol es politólogo y es encargado del Observatorio de Género y Salud Sexual y Reproductiva, de MYSU – Mujer y Salud Uruguay realizando monitoreo y seguimiento a la implementación de las políticas públicas en salud sexual y reproductiva en Uruguay y actualmente está cursando la maestría en Ciencias Políticas de la Udelar.
[1] http://www.msartiguista.uy/
[2] https://www.presidencia.gub.uy/comunicacion/comunicacionnoticias/ejercito-ejecutivo-vazquez
[3] https://ladiaria.com.uy/articulo/2019/8/no-alcanzaron-los-votos-para-someter-a-referendum-la-ley-integral-trans/
[4] https://www.montevideo.com.uy/Noticias/Talvi–Queremos-un-Estado-fuerte-batllista-no-un-Estado-frentista–uc730522