El presente informe tiene por objetivo promover una actualización del caso de la niña de 10 años de edad de Guriri, municipio de São Mateus, en el estado de Espírito Santo, Brasil, que fue violada desde los seis años por su tío y quedó embarazada. Circulamos una primera nota sobre el caso el 15/08. Los profesionales que han dado la primera atención de salud a la niña en San Mateus no han hecho un laudo médico de violación ni tampoco la han encaminado a un servicio de aborto en los casos legales para que ahí se hiciera una evaluación y realizara el aborto, en el caso de ella así lo desease y su abuela, que es su representante legal, así lo deseasen. Al lugar, han exigido una autorización judicial, lo que es equivocado, y la han enviado a un abrigo para menores vulnerables. Eso retardó la decisión y el proceso por una semana, lo que es muy problemático por razón de la edad gestacional ya muy avanzada (22 semanas). Tan luego el caso llegó a la prensa, se han iniciado campañas a favor del derecho de la niña y la Ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves envió un equipo a la ciudad para “ayudar a la niña y a su familia” .
Como hemos informado en nuestro primer comunicado, las autoridades sanitarias y judiciales locales han sostenido una posición firme de garantizar las premisas legales para realización del aborto. El viernes 14, una decisión conjunta del fiscal y juez del Tribunal de la Infancia y la Juventud de São Mateus (ES) autorizó el aborto, basándose en la voluntad expresa de la niña por el procedimiento y en los marcos jurídicos establecidos en 1940 que permiten el aborto en casos de violación, riesgo de vida y anencefalia, y ella fue llevada al Hospital Universitario Cassiano Antonio Moraes (HUCAM) en la capital Vitória, para ser evaluada y realizar el mejor procedimiento para el caso.
Sin embargo, en el sábado, el equipo médico del Programa de Asistencia a las Víctimas de Violencia Sexual (Pavivi) del HUCAM se negó a realizar el procedimiento, argumentando que “la edad gestacional no estaría avalada por la legislación vigente” y que ellos no tendrían el protocolo necesario para una interrupción con más de 22 semanas. El hospital basó su decisión en la Norma Técnica para la Atención Humanizada del Aborto del Ministerio de Salud de 2011, que establece que la interrupción voluntaria del embarazo debe ocurrir hasta la 20ª o 22ª semana de embarazo y con un producto de la concepción que pese menos de 500g. Esa justificación “técnica” estaba en desacuerdo con la propia decisión del juzgado de São Mateus, que aclaraba que en el caso los criterios de edad gestacional de la Norma Técnica no se aplicarían en los casos previstos por la ley.
Frente a ese impase, el sistema judicial y la Secretaria de Salud de Espirito Santo han optado por transportar la niña a un servicio de remisión por violencia sexual en otro estado. La opción fue el Centro Integrado de Saúde Amaury de Medeiros (CISAM), vinculado a la Universidad de Pernambuco (UPE) en Recife, que tiene larga experiencia en casos semejantes.
Todas esas decisiones estaban condicionadas a sigilo médico y judicial. Sin embargo, en algún momento entre esa decisión y la llegada de la niña a Recife, se ha hecho público adonde iba a ser hecho el procedimiento. No se sabe exactamente por donde salió la información, pero alrededor de las 12 horas del domingo el nombre de la niña, el hospital y su dirección fueron ampliamente diseminados por la activista antigénero y antiaborto Sara Winter en directo en YouTube, en un llamado para que las y los activistas del movimiento antiaborto fueran a la puerta del hospital para manifestarse e impedir el aborto.
De hecho, cuando la niña y su abuela llegaron al CISAM, estaban ahí manifestantes católicos y dos diputados evangélicos (una mujer). Los manifestantes interrogaron el director del hospital y cuando la niña fue internada estuvieron por largo tiempo gritando “asesinos”. afuera En respuesta, el movimiento feminista de Pernambuco realizó una contramanifestación frente al hospital en apoyo a la niña y al hospital. A pesar de estos virulentos ataques, la interrupción comenzó el mismo día y hoy, lunes (17), ya ha finalizado y la chica está bien.
Sin embargo, incluso una vez iniciado el procedimiento, los ataques no cesaron y la presión política proviene de todas las partes. Tanto el director del hospital como el rector de la universidad están siendo atacados, por varias voces, como la del arzobispo de Olinda y Recife, Dom Fernando Saburido, en un vídeo publicado en su perfil de Instagram. También en Espírito Santo, el promotor y el juez de São Mateus, que han emitido la decisión a favor del aborto, están amenazados.
Por lo tanto, la participación y la respuesta de la sociedad civil, de la prensa y de celebridades nacionales en favor del derecho de la niña estan siendo amplias y excepcionales. Además de la petición #GravidezAos10Mata (#EmbarazoALos10Mata en español), que ya llega a más de 650 mil firmas, la mayoría de las voces en las redes sociales y los medios de comunicación, que han garantizado una gran atención al caso, son contrarias a las posiciones que recriminan el aborto, incluso cuando se trata de una cuestión particularmente sensible en la percepción brasileña. Hay también una serie de medidas judiciales muy positivas, como la acción hecha por la Defensoria Pública de Espirito Santo, que obligó las plataformas digitales a eliminar todos los contenidos que quiebran el sigilo de la niña. El Ministerio Público Federal ha requerido información adicional sobre la recusa del HUCAM para hacer el procedimiento y una investigación sobre la quiebra de sigilo sobre adonde el mismo seria hecho.
En ese momento, nuestra prioridad es movilizar el apoyo a las instituciones y personas amenazadas y injuriadas, asegurar la protección y seguridad de la niña y su familia y diseminar ampliamente que, a pesar de condiciones políticas extremadamente difíciles, el caso fue bien sucedido, y es una victoria de los derechos humanos de las niñas, un resultado logrado por la energía y efectividad de los feminismos y de sus aliadas/dos el la lucha por el derecho al aborto.