ARGENTINA AVANZA EN LA LEY DE MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
Greta Pena y Carlos Alvarez¹
La Cámara de Diputados de Argentina aprobó el proyecto para habilitar el matrimonio entre personas del mismo sexo y dio, de esta manera, el puntapié inicial en la región en materia de igualdad.
En un debate que tuvo como eje la discusión entre acabar con la exclusión de las personas por su orientación sexual en el acceso a la institución matrimonial u otorgar derechos pero haciendo una distinción colocando otro nombre como “unión civil” o “enlace civil”, nunca estuvo en duda la necesidad de proteger a los millones de familias diversas que existen en el país.
Este proyecto llegó al Congreso, con cinco matrimonios ya realizados entre personas del mismo sexo que fueron autorizados por fallos favorables del Poder Judicial y un caso pendiente de resolver en la Corte Suprema para declarar inconstitucional la prohibición de casarse a gays, lesbianas, bisexuales y personas trans.
Las organizaciones de la diversidad sexual encabezaron este reclamo puntualizando que no se trata de un “matrimonio gay” si no que lo que está en cuestión es la discriminación que existe por el solo hecho de la orientación sexual en el acceso a derechos como pensión, herencia, obra social, patria potestad compartida, entre otros.
Además, expresaron su rechazo a otras leyes “apartheid” como la unión civil que claramente implican una distinción arbitraria entre heterosexuales y no heterosexuales. Por ello, la campaña posee como lema “Los mismos derechos, con los mismos nombres”.
“Este es un tema de derechos no de sexualidad”, aclara Martín Canevaro, presidente de “100% diversidad y derechos” y continúa “es una ley para todas y todos, porque nos hará un país mas inclusivo, mas justo, en definitiva, mas democrático”.
Los mayores opositores del proyecto se ampararon en temores acerca de la adopción de niños/as por parte de las parejas del mismo sexo. Sin embargo, no sólo resulta infundada su preocupación si no que en la actualidad las personas gays, lesbianas y trans pueden adoptar, con la salvedad que solo puede hacerlo un miembro de la pareja, dejando desamparado al niño/a en desigualdad con los hijos/as de las parejas heterosexuales ya que no puede beneficiarse de los derechos respecto a su otro/a papá o mamá.
Resta, ahora que el Senado en los próximos meses lo convierta en ley y proteja a todas las familias, sin excepción. Esta lucha amplia derechos, iguala a todas las personas sin distingo de ningún tipo y lleva, por sobre todo, felicidad y reconocimiento al amor de millones de habitantes que hoy, son considerados ciudadanos/as de segunda.
No se trata solamente de acceder al matrimonio como forma de acabar con todos los problemas de discriminación hacia las personas de la diversidad sexual, si no que esta igualdad permitirá avanzar hacia el cambio cultural que haga una Latinoamérica que nos incluya a todos y todas.
¹ 100% Diversidad y Derechos
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