Mensaje de solidaridad con la lucha y resistencia de feministas y movimientos sociales diversos de Brasil.
El 12 de mayo de 2016, en una votación histórica, el Senado de Brasil aprobó la destitución de Dilma Rousseff, primera Presidenta mujer de este país. Así se hizo efectiva su separación del cargo por 180 días, mientras se inicia un juicio político en su contra.
Ante este ataque en contra de una presidenta electa por el voto popular de más de 54 millones de personas hace menos de dos años, las personas y organizaciones abajo firmante expresamos :
- Nuestra alarma ante el claro atentado a la democracia que plantea la separación de la Presidenta Dilma Rousseff de su cargo, por un delito de “responsabilidad fiscal” débilmente definido y jurídicamente impreciso, en un proceso que puede calificarse como golpe parlamentario o golpe institucional:
- Nuestro repudio a las distintas formas de violencia política y de género que fueron dirigidas en contra de la Presidenta Dilma Rousseff durante todo este proceso, las cuales son parte de una cultura y sistema político profundamente sexista y misógino. Ninguna democracia que se respete puede permitir semejante nivel de violencia contra sus ciudadanxs, y en particular, con su Presidenta legítimamente electa.
- Nuestra preocupación ante el retroceso que representa la conformación del Gabinete del Gobierno interino del Presidente Temer, cuyos integrantes incluyen una lista de políticos de centro-derecha, blancos, representantes de la nueva y vieja oligarquía de Brasil, incluyendo vários políticos acusados en relación a la investigaciõn Lava Jato. También hay nombres asociados a los grupos religiosos dogmáticos que hoy tienen mucho poder en el Congreso brasileño. Es un gabinete que no representa la diversidad de la sociedad brasileña, integrado sólo por hombres (como hace cuarenta años no sucedía), excluyente de las mujeres, de la población afrodescendiente e indígena brasileña.
- Nos preocupa que un gobierno interino que no ha sido elegido por medio del voto popular esté impulsando rápidamente reformas y acuerdos que avanzan una agenda de liberalización económica, privatizaciones, y austeridad, cuya señal más fuerte es la subordinacíon del Ministerio de Seguridad Social al Ministerio de Finanzas. Ya se anuncian recortes en más de 4000 empleos públicos, flexibilización y precarización de las leyes laborales y un aumento de los impuestos que fortalece el perfil regresivo de la estructura tributaria.
- Otra evidencia del nuevo escenario político es la rápida reestructuración ministerial con la que inicia su mandato el Presidente interino. De los 31 ministerios que existían en el Gobierno presidido por la Presidenta Dilma, Temer decidió que 5 pasarán a ser secretarías y además suprimió el Ministerio de Derechos Humanos, Igualdad Racial y Mujeres. En un país mayoritariamente formado por mujeres y personas afrodescendientes, esta última es una medida que repudiamos ya que dichos ministerios fueron fruto de luchas históricas. Esto nos alerta ante posibles retrocesos en temas tales como: el reconocimiento a la diversidad de las familias, la educación en género, sexualidades, derechos sexuales y reproductivos, los derechos de las poblaciones indígenas y afrodescendientes.
- Ante el poder enorme que ejercen en el parlamento brasileño y el Gobierno interino actores religiosos sectarios que lideraron el propio proceso de destitución de la Presidenta Dilma, rechazamos la posible aprobación del Estatuto del No Nacido, del Estatuto de la Familia y del PL5069 que restringe el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo en el caso de violación sexual y criminaliza a lxs profesionales que actúan en esos servicios, así como otras medidas que intentan imponer a la población leyes y políticas públicas construidas desde una moral única;
- Finalmente, manifestamos nuestro total repudio a la represión de diversas formas de disenso social y a representantes de organizaciones y diversos movimientos sociales resistiendo este grave retroceso de la democracia y los derechos humanos en Brasil. Declaraciones recientes de la llamada “bancada BBB” (buey, biblia y bala) del Congreso de Brasil, que agrupa los sectores del agronegocio, religiosos dogmáticos y defensores de la liberación del uso de armas, alertan sobre la posibilidad de que se reduzca la edad penal y se revise el Estatuto del Desarmamiento. El nuevo Ministro de Justicia, a cargo de las fuerzas de seguridad tiene una larga historia de represión contra movimientos sociales. Estaremos siguiendo de cerca los eventos en Brasil en relación a su política interna y externa y denunciando ante la comunidad internacional las acciones represivas que este gobierno interino realice en contra de la oposición.
Por estas razones, las personas y organizaciones suscriben esta carta para expresar nuestra solidaridad con la lucha y resistencia contra este grave retroceso de la democracia en Brasil y desde ya manifestamos nuestro apoyo a las movilizaciones de diversos movimientos de trabajadores formales e informales; rurales y urbanos; pueblos y comunidades quilombolas e indígenas; movimientos rurales y de campesinxs; movimientos LGBTIQ y de derechos humanos; movimientos de estudiantes y de artistas y periodistas; movimientos feministas y amplios de mujeres; y las voces organizadas y no organizadas que se han manifestado en Brasil y otros países.
Las feministas abajo firmantes hacemos un llamado a la solidaridad internacional con la lucha y resistencia en Brasil por parte de todas las organizaciones que luchan por los derechos humanos, la democracia y la justicia de género, social, racial, ambiental y política.