Sexuality Policy Watch [ES]

De España al mundo: la proyección global de la ultraderecha española contra los DSDR – Los casos de Argentina, Guatemala, El Salvador, Chile y Kenia

L’Associació de Drets Sexuals i Reproductius, una asociación que trabaja directamente desde el ámbito comunitario con jóvenes y mujeres para defender sus derechos sexuales y reproductivos, y el SPW, presentan la investigación “De España al mundo: la proyección global de la ultraderecha española contra los derechos sexuales y reproductivos – Los casos de Argentina, Guatemala, El Salvador, Chile y Kenia”, que puede descargarse en inglés, español y catalán en este enlace.

El estudio muestra que España ya no es solo un país donde la extrema derecha se organiza; es donde se fabrica ideológicamente, exportando su influencia para Europa, América Latina y África. Los principales agentes nesse processo son Hazte Oír, CitizenGO, el Opus Dei, Vox y la Political Network for Values, que forman el eje de una red internacional de poder que combina religión, dinero y manipulación política.

El estudio examinó la genealogía, el rol y los efectos de los actores de la ultraderecha española, y no solo en América Latina, donde las dinámicas coloniales son más directas y evidentes y donde el ultracatolicismo está notoriamente arraigado. Un avance crucial es visibilizar y comprender la dinámica en curso en el continente africano, donde esta expansión es más reciente. El informe también identifica tácticas comunes: campañas mediáticas coordinadas, litigios estratégicos, manipulación del lenguaje de los derechos humanos y una narrativa emocional que apela a la “protección de la infancia” o la “libertad de los padres”. Bajo esa fachada, se oculta un programa de control social profundamente antidemocrático. O sea, la ofensiva antigénero no solo ataca a las mujeres o personas LGBTQIA+, sino a la democracia misma.

Entre los principales hallazgos, se destaca la longevidad de estos fenómenos y su conexión genealógica con el franquismo en España, así como la transnacionalidad de los mismos.

“En general se tiene la impresión de que todo esto empezó hace diez años como una reacción reciente a la conquista de derechos. Cuando miramos los seis casos del estudio es claro que esta historia no puede ser recontada de esta manera porque hay un telón de fondo de viejas fuerzas ultraconservadoras que se debe de conocer. De otro lado, siempre se pensó la ultraderecha como un fenómeno de fuerzas nacionalistas que defienden lo patrio, pero hay una trasnacionalización de estos discursos y en España tiene también una historia muy larga”, explicó Sonia Correa al El Salto Diario.

Actores principales

El Opus Dei es la institución más antigua y con una gran capacidad de influencia sobre élites y académicos, hasta el partido de relativa reciente creación Vox y su think tank político, la Fundación Disenso, pasando por Hazte Oír y CitizenGO, ambas plataformas de movilización y agitación cultural y la Political Network for Values red transnacional, que articula políticos e intelectuales ultraconservadores.

El Opus está presente en todos los países analizados desde los años 50. Y esa presencia de largo plazo ha creado una base muy importante para explicar las dinámicas de las ofensivas antigénero de ahora. Como ejemplo, El Salvador incluyó la prohibición del aborto en su código penal en 1997, en una acción preventiva, con intención de hacer de esto un modelo para otros países latinoamericanos, cuando el sacerdote del Opus Dei Fernando Sáenz Lacalle era arzobispo de San Salvador. Antes que en El Salvador, Chile reintrodujo la prohibición del aborto en su código penal durante la dictadura de Pinochet en 1989. También en este país el Opus Dei tuvo influencia en este aspecto.

Hazte Oír y CitizenGO, nacidas en los 2000, operan como plataformas digitales de agitación política, con sedes en Madrid y sucursales en más de veinte países. Han enviado fetos de plástico a eurodiputados, acosado a mujeres ante clínicas de aborto y lanzado autobuses transfóbicos que recorren ciudades desde Nueva York hasta Nairobi.

La Fundación Disenso, brazo internacional de Vox, ha organizado cumbres de la llamada Iberosfera junto a Milei, Bolsonaro, Kast y Orbán. Con fondos públicos —más de siete millones de euros—, el partido de Santiago Abascal ha montado una red ideológica que alimenta a la ultraderecha latinoamericana y africana. Su medio, La Gaceta de la Iberosfera, funciona como instrumento de propaganda contra los feminismos, el colectivo LGTBIQ+ y los derechos reproductivos.

Casos nacionales

El capítulo del laboratorio español, de Miquel Ramos, se centra en España como “un nodo” que “exporta” discursos, ideas y tácticas con el objetivo de “dar la batalla cultural contra determinados consensos”. Juan Elman y Giselle Leclercq detallan el caso argentino. Por su vez, Jaime Barrientos y Tomás Ojeda explican las conexiones españolas en la ultraderecha chilena. El caso de Guatemala y su erosión democrática en clave antigénero es descrito por Natalia Marsicovetere y Tristán López, que detallan cómo la puerta de entrada de la extrema derecha española en Guatemala ha sido el ultraliberalismo económico y sus vínculos con la élite empresarial. Alberto Romero de Urbiztondo muestra que, en El Salvador, la lucha contra el derecho al aborto viene de mucho antes de Bukel y, al final, el Strategic Issues and Research Council (SIRC) presenta el caso de Kenia, considerado por la extrema derecha española como un nodo clave, donde se aprovecha las hondas raíces que el Opus Dei echó en él incluso antes de su independencia. Además, CitizenGo utiliza Kenia como “centro de operaciones” en el continente africano desde 2018 y desde allí ha emprendido acciones para oponerse al aborto o a la educación sexual.

En todos los casos analizados, la estrategia combina proyectos políticos, religiosos, ideológicos y económicos con tácticas coordinadas globalmente. En su ofensiva se insertan discursos antigénero adaptados a contextos locales y se crean alianzas con actores políticos, mediáticos y religiosos para legitimar y capturar espacios institucionales. Además, es común a todos ellos el uso de medios digitales y comunicación para difundir desinformación y discursos de odio contra grupos feministas y LGBTIQ+. En ese contexto, estos actores explotan tensiones políticas, culturales y herencias coloniales existentes.

Hemos recopilado la repercusión del informe en los medios de comunicación extranjeros, especialmente en los españoles, que puede consultarse en este enlace.

Investigación completa

Resumen Ejecutico



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